hoy a la mañana escuchamos x radio la tribu en el programa la mar en coche a Inti María Tindball-Biz hablando sobre el sitio web que abrieron para que podamos todas contar nuestras historias de acoso en la calle.
¿Alguna vez se pusieron a pensar en que bajar la vista en otras sociedades es lo que la casta superior espera de la inferior? lo que pasa con el acoso verbal callejero es que, por lo general, estamos en cualquier otra cosa y nos agarran desprevenidas. El hacer circular entre nosotras buenas respuestas es una forma de condicionarnos los reflejos para no dejárselas pasar y de paso divertirnos un rato con dejarlos bien descolocados Y UBICADOS. (en una ocasión le dije a un veinteañero que se hacía el lascivo conmigo mientras pegaba los papelitos de prostitución "qué mirás, a vos te gustaría que yo te mirara así?" y le clavé tal mirada en los huevos que el tipo se sonrojó y retrocedió hasta detrás del semáforo. (esto no es aconsejable, si lo hacen, calculen que el semáforo esté en rojo cosa que no se tengan que clavar en la esquina sosteniendo la situación como me pasó a mí)
Los tipos se descolocan si respondemos en el mismo nivel, pero si redoblamos la apuesta, pueden ponerse agresivos. No les entra en la cabeza que nos desagrade que estén todo el tiempo pendientes de decirnos algo para afirmar un tipo de masculinidad opresiva, a veces siquiera sin mirarnos. Para ellos el sólo hecho de ser mujeres nos convierte en una especie de pollo al spiedo, no en personas y llegan incluso a pensar que tienen derecho a ofenderse si no somos complacientes o si bajamos la vista y hacemos como que no los oímos.
a pesar de que el carnaval diera ganas de convocar a un comando de chicas justicieras en bici y tirarles bombitas de agua en malón a los tipos que se hubieran zarpado en la calle con alguna de nosotras: " a ver si se enfrían un poco", preferimos socializar un consejo muy básico que hemos aprendido desde que iniciamos el recorrido de no quedarnos calladas cuando los tipos nos dicen cosas por la calle:
me acuerdo la primera vez que pude responder diecinueve mil vez que un tipo me decía "petisa" por la calle. El tipo venía caminando en dirección opuesta a la mía con un amigo. Apareció doblando la esquina, en cuero y con una panza dura que le caía por debajo del cinturón. Un ropero. Cuando pasa al lado mío me dice "PETISA" casi sin expresión, incluso, tipo tick. (como una forma de marcarnos a las mujeres, etiquetarnos y declararnos objeto). Sorprendida e indignada le respondí: "PANZÓN" en el mismo tono y me dí vuelta justo a tiempo para llegar a ver el saltito de sorpresa y vergüenza que puso por un instante toda la mole de su cuerpo en el aire. seguimos los dos caminando en direcciones opuestas sin decirnos nada más. !pero a mí todavía no se me borra la sonrisa!
escriban, nosotros no pudimos resistirnos porque hacía tiempo nos rondaba en la cabeza: la BITÁCORA DEL ACOSO. un espacio virtual donde pudiéramos socializar buenas respuestas a las cosas que nos dicen los tipos por la calle.
FELICITACIONES, MUJERES, QUÉ BUENO QUE ENCONTREMOS UNA MANERA DE POLITIZAR ESTOS PEQUEÑOS CALVARIOS COTIDIANOS Y FORTALECERNOS PARA QUE EN LA CALLE NO NOS SINTAMOS SOLAS Y PODAMOS PONER A LOS TIPOS EN SU LUGAR CON UNA RESPUESTA O UNA MIRADA
¿Alguna vez se pusieron a pensar en que bajar la vista en otras sociedades es lo que la casta superior espera de la inferior? lo que pasa con el acoso verbal callejero es que, por lo general, estamos en cualquier otra cosa y nos agarran desprevenidas. El hacer circular entre nosotras buenas respuestas es una forma de condicionarnos los reflejos para no dejárselas pasar y de paso divertirnos un rato con dejarlos bien descolocados Y UBICADOS. (en una ocasión le dije a un veinteañero que se hacía el lascivo conmigo mientras pegaba los papelitos de prostitución "qué mirás, a vos te gustaría que yo te mirara así?" y le clavé tal mirada en los huevos que el tipo se sonrojó y retrocedió hasta detrás del semáforo. (esto no es aconsejable, si lo hacen, calculen que el semáforo esté en rojo cosa que no se tengan que clavar en la esquina sosteniendo la situación como me pasó a mí)
a pesar de que el carnaval diera ganas de convocar a un comando de chicas justicieras en bici y tirarles bombitas de agua en malón a los tipos que se hubieran zarpado en la calle con alguna de nosotras: " a ver si se enfrían un poco", preferimos socializar un consejo muy básico que hemos aprendido desde que iniciamos el recorrido de no quedarnos calladas cuando los tipos nos dicen cosas por la calle:
1) RESPONDER SIEMPRE, sino, sin darnos cuenta nos llenamos de angustia y nos entristecemos,
2) NUNCA responder con un grado de violencia mayor con el que fuimos abordadas: hay que tratar de contener el enojo, muchachas.
Si es una mirada, devolvamos una mirada. Si es un susurro, contestemos en un susurro. A media voz, a media voz. Un grito, un grito. Si hacen alusión a alguna parte de nuestro cuerpo, respondamos haciendo alusión a alguna parte de su cuerpo.
me acuerdo la primera vez que pude responder diecinueve mil vez que un tipo me decía "petisa" por la calle. El tipo venía caminando en dirección opuesta a la mía con un amigo. Apareció doblando la esquina, en cuero y con una panza dura que le caía por debajo del cinturón. Un ropero. Cuando pasa al lado mío me dice "PETISA" casi sin expresión, incluso, tipo tick. (como una forma de marcarnos a las mujeres, etiquetarnos y declararnos objeto). Sorprendida e indignada le respondí: "PANZÓN" en el mismo tono y me dí vuelta justo a tiempo para llegar a ver el saltito de sorpresa y vergüenza que puso por un instante toda la mole de su cuerpo en el aire. seguimos los dos caminando en direcciones opuestas sin decirnos nada más. !pero a mí todavía no se me borra la sonrisa!
De stencils |
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